Calcio: La Juve a dos meses de terminar la temporada asegura su octavo Scudetto consecutivo, Ahora a pensar en la Champions.
La Juventus puede comenzar las celebraciones por su octavo Scudetto consecutivo con más de dos meses de antelación: la Vecchia Signora salió triunfadora del San Paolo tras un partido inolvidable, que se le hizo eterno. El Nápoles metió a los de Allegri en muchísimos apuros, dominando el enfrentamiento pero sin puntería, y acabó derrotado 1-2.
Los de Ancelotti arrancaron el choque con vehemencia, encerrando a la Vecchia Signora en su área. Los sureños parecían en total control, hasta que en el 25’ el lateral Malcuit cometió un error garrafal: buscaba al portero Meret con un pase atrás y, en cambio, encontró a Cristiano, que regateó al meta. Con el balón ya lejos, el joven italiano intentó parar al exmadridista, que cayó al suelo: el árbitro le expulsó y el castigo para los azzurri fue doble. Pjanic se encargó de la falta (era cerca de la frontal y Cristiano se la dejó) y batió al recién entrado Ospina logrando el primer gol juventino de falta directa en este curso. Los locales, a pesar de la inferioridad numérica, reaccionaron enseguida: Zielinski, solo ante Szczesny, golpeó el poste con un disparo raso.
La Vecchia Signora siguió sufriendo, pero se fue al descanso hasta con un 0-2: tras un saque de esquina, Bernardeschi centró para Emre Can, que anticipó a Hysaj con un testarazo y firmó la que parecía una sentencia. El partido, sin embargo, estaba todavía muy vivo: nada más comenzar la reanudación el propio Pjanic dejó también a la Juve con diez interrumpiendo una jugada de sus rivales con la mano. Fue su primera expulsión desde que viste la bianconera, y a partir de ahí sus compañeros solo pudieron defenderse ante unos azzurri endemoniados.
El empuje de los sureños recogió sus frutos en el 61’: Insigne y Callejón repitieron la jugada que llevan ejecutando desde 2013 y el exmadridista, colándose detrás de Chiellini, recortó distancias al primer toque. El San Paolo enloqueció soñando con la remontada, que estuvo muy cerca: en el 82’ Alex Sandro golpeó con un brazo un centro de Fabián en plena área y el árbitro, tras haber consultado el VAR, concedió penalti.
Desde los once metros se presentó Lorenzo Insigne, que confirmó la noche de mala suerte de los napolitanos: su lanzamiento golpeó el poste y ahí se acabaron las esperanzas de los partenopei. Antes del pitido final hubo algún encontronazo (uno, muy duro, entre Allegri y Allan) y mucha tensión, pero ninguna ocasión clara. Los juventini, sufriendo, pudieron celebrar triunfo y scudetto, el octavo consecutivo. Con 16 puntos de diferencia la contienda está más que acabada: a partir de ahora, se pensará en el Atleti.
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