Hasta el mejor del mundo juega mal, Messi perdió 28 balones en el juego que perdió Barcelona frente al Leganes
Analizar a Messi es analizar al Barça. Si él brilla, su equipo lo hace. Si él falla, sus compañeros no levantan cabeza. En Leganés se vieron las dos versiones. El inicio, sin ser brillante, fue contundente por parte del equipo de Valverde. El diez dejó varios detalles, conectó con Coutinho casi siempre, que al final fue el autor del gol culé, y luego estrelló un balón en el larguero. Sin embargo, cuando él desconectó también lo hizo el Barça. Messi comenzó a desesperarse con Munir a un lado y Dembélé a otro y comenzó a sobrar un regate en casi todas las jugadas. Por ello, no es casualidad que fuera el jugador que más balones perdió en el partido: ¡un total de 28!
El problema para el Barça es que los males, cuando le llegan nunca no lo hacen solos. A la falta de acierto de Messi se unió la de Busquets. El mediocentro, que es uno de los jugadores que más buscan a Messi, perdió también la friolera de 16 balones, como Coutinho, aunque el brasileño al menos tiene la excusa de que su misión es arriesgar y ser más vertical que el internacional español. Por detrás, en el ránking de los horrores, está Sergi Roberto (12 pérdidas) y un fijo en el top-5: Dembélé.
El partido deja otros datos curiosos. El que más eleva al Leganés y recuerda al Barça que la posesión no lo es todo es que el equipo de Pellegrino tiró más veces a portería (10/9) y atinó más veces entre los tres palos (6/5) con sólo el 22,5% de la posesión. Además, el Lega recuperó tantos balones como el Barça (49/50), se anticipó muchas más veces al rival que Piqué y compañía (16/6), ganó más duelos individuales totales (22/19) y más duelos en medio campo (22/12), que es donde se comienzan a ganarse o a perderse todas las batallas. Curiosamente, ahí se originaron los dos goles locales que obraron la remontada.
As.com