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España vuelve al camino de la victoria con la brújula del Valencia

Después de una dolorosa derrota llega la hora de los propósitos de enmienda. Como suele pasar en Navidad, muchas promesas que se hacen públicas pero que casi nunca se cumplen. El 2-1 en Suecia nos ha dejado tocados y esperando una ayuda de Grecia. 

Vamos, como en Eurovisión. Tras la reciente Eurocopa parecía que la España de Luis Enrique había encontrado el camino a seguir. Los penaltis ante Italia nos separaron de la final, eso es indiscutible, pero el balance de partidos de La Roja en el torneo fue de dos victorias (una en la prórroga) y cuatro empates. 

A esta España le cuesta un mundo ganar los partidos. Es complicado que le ganen, pero no gana. Y así no se llega muy lejos. Estamos en problemas en esta fase de clasificación por el mismo motivo. Ganamos en Georgia de milagro, nos empató Grecia en casa y perdimos en Suecia. 

Los números no engañan y por eso no dependemos de nosotros mismos para estar en el Mundial, algo a lo que no estamos acostumbrados. La goleada a Georgia ayuda, pero no es suficiente. Los georgianos se presentaban en el Nuevo Vivero como víctimas propiciatorias para que la selección se reconciliara con la afición. 

Se esperaban cambios y los hubo, cinco en concreto. Sorprendió la entrada de Abel Ruiz como referencia en punta por el lesionado Gerard Moreno y que se mantuviera en el once Eric García, el más criticado tras el partido de Suecia. Busquets y Jordi Alba descansaron para dar entrada a Rodri y Gayá y Marcos Llorente entró por su compañero Koke. 

La idea estaba clara: ganar y dejar una buena imagen. El resto no depende de ellos, si no del fallo sueco. Cruzamos los dedos para que ocurra el miércoles en Grecia.