Argentina A La Final, El Jefecito Mascherano Se Tragó La Cancha
Con sufrimiento, pero mucho oficio, y con Javier Mascherano y Sergio Romero en plan estelar, Argentina logró imponerse en los penales a Países Bajos para reservar su billete a la final de la Copa Mundial de la FIFA Brasil 2014?. La fortaleza defensiva de la Albiceleste fue clave en este partido disputado el 9 de julio en el Arena de Sao Paulo.
Quizás con la mente puesta en lo sucedido el día anterior en Belo Horizonte, holandeses y argentinos saltaron a la cancha con una idea clara: evitar cometer errores. Y el mutuo respeto presidió un partido en el que Argentina tuvo más la pelota y llevó el peso del juego, pero también antepuso el no dejar huecos atrás que pudieran ser aprovechados por Arjen Robben y Robin Van Persie, siempre letales con espacios.
Consiguió la Albiceleste su objetivo de evitar las contras de la Oranje, pero también lo pagó en ataque, generando pocas opciones de peligro. En la primera mitad, las más claras llegaron a balón parado. Primero en un tiro libre de Leo Messi bien blocado por el arquero holandés, y más tarde en un saque de esquina que Ezequiel Garay cabeceó alto entre un mar de piernas.
Evitar cometer errores
En la reanudación, se mantuvo la misma tónica, con ambos equipos sabedores de que un solo error podía condenarles. La escasa velocidad en las transiciones permitía a argentinos y holandeses armar su muralla defensiva. Y contra ella chocaban una y otra vez sus atacantes. Lo intentaba Messi, bastante apagado, pero cada vez que armaba el tiro tenía a varios defensores encima, y lo mismo les sucedía en el área contraria a Robben y Van Persie. En una de las escasas ocasiones en las que los holandeses se abrieron, Lavezzi consiguió centrar a Gonzalo Higuaín, pero Daryl Janmaat le arrebató el balón in extremis.
La tuvo la Oranje en el último minuto del tiempo reglamentario. Robben se quedó solo ante Sergio Romero, pero Javier Mascherano, imperial en las ayudas defensivas, apareció de la nada para salvar la situación y firmar la prórroga. Y ahí fue Argentina quien lo tuvo más cerca, aunque ni Rodrigo Palacio ni Maxi Rodríguez atinaron, y hubo que llegar a los penales.
Emergió entonces la figura de Romero, que detuvo los lanzamientos de Ron Vlaar y Wesley Sneijder para mantener vivo el sueño de Messi y sus compañeros.
Argentina regresa a la final de un Mundial tras Italia 1990, y como entonces, su rival en el Maracaná el próximo 13 de julio será Alemania. Países Bajos luchará por el tercer puesto un día antes ante Brasil.
FIFA.com
Getty Images
Quizás con la mente puesta en lo sucedido el día anterior en Belo Horizonte, holandeses y argentinos saltaron a la cancha con una idea clara: evitar cometer errores. Y el mutuo respeto presidió un partido en el que Argentina tuvo más la pelota y llevó el peso del juego, pero también antepuso el no dejar huecos atrás que pudieran ser aprovechados por Arjen Robben y Robin Van Persie, siempre letales con espacios.
Consiguió la Albiceleste su objetivo de evitar las contras de la Oranje, pero también lo pagó en ataque, generando pocas opciones de peligro. En la primera mitad, las más claras llegaron a balón parado. Primero en un tiro libre de Leo Messi bien blocado por el arquero holandés, y más tarde en un saque de esquina que Ezequiel Garay cabeceó alto entre un mar de piernas.
Evitar cometer errores
En la reanudación, se mantuvo la misma tónica, con ambos equipos sabedores de que un solo error podía condenarles. La escasa velocidad en las transiciones permitía a argentinos y holandeses armar su muralla defensiva. Y contra ella chocaban una y otra vez sus atacantes. Lo intentaba Messi, bastante apagado, pero cada vez que armaba el tiro tenía a varios defensores encima, y lo mismo les sucedía en el área contraria a Robben y Van Persie. En una de las escasas ocasiones en las que los holandeses se abrieron, Lavezzi consiguió centrar a Gonzalo Higuaín, pero Daryl Janmaat le arrebató el balón in extremis.
La tuvo la Oranje en el último minuto del tiempo reglamentario. Robben se quedó solo ante Sergio Romero, pero Javier Mascherano, imperial en las ayudas defensivas, apareció de la nada para salvar la situación y firmar la prórroga. Y ahí fue Argentina quien lo tuvo más cerca, aunque ni Rodrigo Palacio ni Maxi Rodríguez atinaron, y hubo que llegar a los penales.
Emergió entonces la figura de Romero, que detuvo los lanzamientos de Ron Vlaar y Wesley Sneijder para mantener vivo el sueño de Messi y sus compañeros.
Argentina regresa a la final de un Mundial tras Italia 1990, y como entonces, su rival en el Maracaná el próximo 13 de julio será Alemania. Países Bajos luchará por el tercer puesto un día antes ante Brasil.
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Fecha: 09 de Julio de 2014
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