Everton sin James, parece otro, dice la prensa inglesa, por la derrota ante el Newcastle
El Everton de Ancelotti no estuvo a la altura ante el Newcastle y acabó perdiendo ante un rival que tampoco fue una maravilla, pero al que un penalti tontísimo de Andre Gomes en el minuto 56' puso las cosas muy cuesta arriba en la segunda mitad. Un penalti inexplicable en el que no vio llegar a Wilson y le pateó a él en vez de al balón.
Una derrota que parece dejar en evidencia que al final James Rodríguez es imprescindible en este Everton. Sin el colombiano, el conjunto de Ancelotti se convierte en un equipo muy previsible y con muy pocos recursos ofensivos. Ahora se entiende mejor por qué Ancelotti arriesgó con el colombiano en el duelo ante el Southampton. Le necesita como el comer y más teniendo en cuenta que el siguiente rival es el Manchester United, uno de los grandes del fútbol europeo y de la Premer.
En este partido con el Newcastle, Ancelotti potenció el centro del campo con André Gomes y Sigurdsson, pero ninguno de los dos dio el fútbol y la profundidad que sí aporta el mejor James Rodríguez.
El que más notó su baja fue Calvert-Lewin, a pesar de que acortó distancias cuando el encuentro ya estaba prácticamente sentenciado, pero no su equipo no aprovechó los desmarques que tira el pichichi de la Premier.
Ancelotti estará rezando para recuperar a James, porque se ha demostrado que sí es imprescindible y que el equipo tiene ese Síndrome James que tanto se temía. El salto de calidad en estas primeras jornadas ha llegado gracias al colombiano, que ha sorprendido a todos con su juego, su llegada y su efectividad cara a puerta. El United puede ser una buena piedra de toque para que James recupere su mejor versión y mantenga al Everton en la parte alta de la tabla, ya que otro tropiezo podría ser peligroso.
Lo peor de todo es que el Everton no transmitió absolutamente nada ante un rival que no es superior, pero fue un equipo triste, que acusó demasiado la ausencia de su jugador franquicia, que lógicamente, es James Rodríguez. Desde luego, el primero que tuvo que sufrir viendo a sus compañeros fue el colombiano, ya que no pudo echarles una mano en una tarde aciaga, muy parecida a la del día del Southampton.n.