F1: Lewis Hamilton ' No se si vaya a seguir' y crecen las dudas de la continuidad de britanico
Tiene que ser durísimo consolar a Valtteri Bottas después de las innumerables veces en las que el finlandés se ha visto superado por Lewis Hamilton, su compañero en Mercedes. La frustración de Bottas es más que comprensible si se toman como ejemplo carreras como la de este domingo en el circuito Enzo y Dino Ferrari, donde Bottas arrancó desde la pole position y terminó el segundo pidiendo la hora. El mal fario que viaja con el nórdico contrasta con el momentazo que atraviesa Hamilton, disparado hacia su séptima corona con más estilo que nunca.
El actual campeón siguió la trayectoria inversa a la de su vecino de taller, y tras quedarse empanado en la arrancada y ver cómo Max Verstappen le robaba la cartera, fue entrando en calor con el paso de los giros. En el momento justo, cuando más lo necesitaba –justo antes de su primera visita al garaje–, el británico sacó su martillo, más potente que el de Thor, y comenzó a darle al cronómetro a base de vueltas rápidas. La irrupción del coche de seguridad virtual como consecuencia del abandono de Esteban Ocon (vuelta 28) le permitió al corredor de Stevenage (Gran Bretaña) salir de su primer cambio de gomas (vuelta 31) al frente del pelotón y con más vida en los neumáticos que sus perseguidores.
Hamilton siempre cae de pie, pero lo que hace solo sabe hacerlo él. La diferencia de rendimiento entre él y Bottas crece a medida que se alarga su convivencia bajo el mismo techo. Compiten juntos desde 2017 y los números juegan incuestionablemente a favor del multicampeón, que desde entonces acumula 40 victorias por las nueve de su rival, al margen de los tres títulos que ha celebrado en ese periodo. En Italia, el contraste todavía habría sido mayor de no ser por el reventón que sufrió Verstappen cuando rodaba el segundo, poco después de haber abrasado a Bottas (vuelta 43), que, eso sí, corrió la mayor parte del tiempo con el monoplaza tocado por culpa de los restos del coche de un adversario que el suyo engulló. El abandono del holandés de Red Bull (vuelta 50) alborotó el grupo y remezcló casi todas las plazas menos las dos primeras.
La victoria de Hamilton supone la novena del curso para el indiscutible líder del certamen y la 93ª de su hoja de servicios, mientras que la segunda posición de Bottas certificó el séptimo campeonato de constructores que se lleva el fabricante de la estrella, además del quinto doblete de la temporada de las Flechas de Plata. A falta de cuatro grandes premios para que el Mundial ponga el cerrojo en Abu Dabi a mediados de diciembre, las matemáticas ya certifican que será un piloto de Mercedes quien se proclame campeón, por más que los 85 puntos de ventaja a favor de Hamilton casi permiten darle ya como ganador. De hecho, lo será ya en Turquía, dentro de 15 días, a menos que Bottas sea capaz de sumar ocho puntos más que él.
“Esto es una cosa de aquellas que algún día les contaré a mis nietos”, convino el ganador, que sigue igualando y superando récords. En esta ocasión logró su 72ª victoria con el equipo Mercedes, una cifra a la que hasta la fecha solo había llegado Michael Schumacher, en su caso con Ferrari. Al alemán está a punto de cazar con su séptimo Mundial. Hamilton, sin embargo, sembró las dudas sobre su continuidad en Mercedes y en la F-1 al acabar la temporada. “Ni siquiera yo sé si estaré aquí el año que viene", dijo en referencia a una posible marcha del director del equipo, Toto Wolff. "Llevo aquí mucho, mucho tiempo. Puedo entender querer dar un poco un paso atrás y dedicar más tiempo a la familia y ese tipo de cosas. Obviamente, me siento muy bien, todavía me siento muy fuerte, siento que puedo seguir adelante durante muchos meses. Pero tengo muchas cosas en mi mente. Me gustaría estar aquí el año que viene, pero no hay garantías de eso con seguridad. Hay muchas cosas que me emocionan de la vida exterior, así que el tiempo dirá”, añadió Hamilton.
En el regreso de la Fórmula 1 a Imola desde 2006, el tercer puesto se lo adjudicó finalmente Daniel Ricciardo, que le sirvió a Renault su segundo podio de este 2020, a la vez que Carlos Sainz se las apañó para cruzar la meta el séptimo.
Oriol Puigdemont/Elpais.com
PH: Luca Bruno /AP